12 noviembre 2020 auditorio del museo

Presentadores: Ana Barbarán, Gabriela Halac, Marcela López Sastre, María Morales Miy, Soledad Sánchez Goldar y Hernán Ulm.

https://demolicionconstruccion.files.wordpress.com/020/11/el_arte_de_demoler.mp4
26 de noviembre charla presencial en café del museo: https://www.facebook.com/El-Cuarto-Galeria-de-Arte-104050578014243/videos/138354507728154

Opinión:

«En el libro de Graciela de Oliveira, el concepto de demolición en tanto “¿arte de demoler?” es político en el sentido más fundamental: su práctica se sostiene en un inmediato deseo de comunidad, en la indagación de lo común que nos aproxime a esa “comunidad ausente”. Lo común nunca es transparente, ni está a disposición, ni se confunde con lo público. Es siempre acuñación: lo indisponible y lo impresentable cuya sustracción convoca al trabajo, al arte, a la militancia, al pensamiento. Esa convocatoria comienza siempre por un deseo de otros y otras que se abre a la aventura de residir juntos -creo que “residencia” es la palabra que permite pensar la raíz del trabajo en expansión hacia los demás que Graciela de Oliveira no deja de impulsar una y otra vez. Residencia como condición de que irrumpa lo impresentable: por insistencia, por inclusión, por polinización –no solo entre arte y militancia, entre libertad de expresión y normativas de la memoria (las dificultades que anidan en esa “y” son puestas de relieve constantemente), sino también entre personas que hacen cosas muy distintas y entre instituciones idiosincráticamente muy distantes. En el proyecto La demolición de todos de 2010 (“la acción ilustra una manera de practicar el arte vinculada a los proyectos de improvisación, solidaridad, experiencia y confianza en el espectador que trata de generar el proyecto ÓN/ÓN”), se produjo una polinización entre el Archivo Provincial de la Memoria y el Centro Cultural España-Córdoba, que permitió un traslado colectivo de baldosas entre un punto y otro de la ciudad. Graciela lleva y trae. Conjunta el “¿arte de demoler?” con un arte de componer, con un arte de coalescer.» (Diego Tatián, parte del Epílogo)