“TALLER INMONUMENTAL”
Dictado por Rosina Cazali en CCEC, dentro de programación de «Phronesis criolla (residendencia La Perla)» 2011

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Inició el 20 de junio (día de la bandera) vía Internet.

«…experiencia sobre la promesa de libertad que se encuentra en el cuestionamiento y reflexión de los monumentos,

en el desplazamiento de sus valores clásicos y la reflexión crítica sobre la función actual de la escultura en el espacio público.»

Cerró: 20 de julio Día del Amigo con una copa de vino compartida en el espacio público, frente a uno de los espacios señalados como monumentales/inmonumental.

20 de junio 2011

Desde Guatemala les doy la más cálida bienvenida a Inmonumental, un taller de ficción, sobre curaduría, monumentos y antimonumentos.

Mi nombre es Rosina Cazali. Soy curadora independiente, vivo en este país centroamericano y desde hace 25 años ejerzo esta práctica en un lugar donde los curadores apenas subsisten como figura profesionales y por supuesto sin una tradición que se reconozca. Mi residencia en Demolición/Construcción será una nueva modalidad en un espacio creado originalmente para artistas. La apertura hacia esta posibilidad de viaje, aventura colectiva, aprendizaje y diálogo conjunto es algo que entusiasma, precisamente, por su flexibilidad. Pedí a Graciela y  Soledad que me permitieran poner en práctica una modalidad de taller con herramientas que generalmente utilizo en mi país. Por el hecho de no contar con una tradición específica me interesa ir construyendo sobre la marcha, encontrando espacios «blandos» y reconociendo los recursos -principalmente los intelectuales- que pueden elaborar una buena propuesta curatorial. A eso me refiero cuando insisto sobre la figura de lo transitorio. Nada está hecho, nada se da por hecho.

En el caso de nuestro grupo, tenemos el privilegio de contar con estudiosos de la Arquitectura y el Urbanismo, el diseño escenográfico, las ciencias exactas y naturales, historia del arte y Filosofía. En breve enviaré los nombres de todos para que puedan reconocerse y conocerse.
… Escogí comenzar el día de hoy pues Graciela ya me había advertido que el día 20 es el día de la bandera en Argentina. Yo no conozco las connotaciones que pueda tener este símbolo de identidad nacional en su país. A pesar que en nuestros países generalmente se coincide en las interpretaciones y simbologías (militarismo, nacionalidad, identidad, territorio, nación, etc,) es algo que me gustaría conocer más adelante.

Antes quiero comentarles la paradoja que motiva la presencia que la bandera estadounidense tiene en los países centroamericanos. Por los excepcionales flujos migratorios de las últimas décadas hacia el norte, la bandera de las franjas rojas y las estrellas y las interpretaciones libres de la misma se han transformado en una constante. Aparece en la ropa, sobre enormes «trokas 4X4», sobre toallas y decorando casas. También es impresa sobre telas con las que se envuelven santos en las iglesias y con estos motivos se pintan nichos en el cementerio. La bandera norteamericana lo ha invadido todo. Pienso que ésta es una “nueva bandera”, con las connotaciones adquiridas a través de los movimientos migratorios. Es una especie de apropiación y reciclaje de ese símbolo omnipresente que tiene mucho de marketing de los USA. De manera intuitiva, los migrantes se han apropiado de esta marca para convertirla en otra cosa y aportando gestos que implican una inversión de valores.

Es como en la película titulada El valle de Elah de Paul Higgis, donde el protagonista, ex policía militar, le explica a un inmigrante que está en una escuela preparando la subida de la bandera, el sentido profundo de izarla bien, con las estrellas en la parte superior y no abajo. Al final de la película, cuando a través de un drama personal se destapa la podredumbre del sistema militar, nacional y político de Estados Unidos, el mismo protagonista coloca la bandera al revés, simbolizando el estado de crisis del país. Los migrantes, por su lado, replican ese tipo de gestos al pertenecer a un campo crítico y sin resolver. Incluso se adueñan de esa bandera porque su contenido es más emotivo y personalizado. Durante los años críticos de la guerra en Guatemala, muchas figuras rituales y santos de iglesias católicas eran revestidos con telas y uniformes camuflaje. Era una manera de pedir protección por los embates del conflicto. Hoy día, los pocos santos que sobreviven en el área rural están cubiertos con la bandera de los Estados Unidos, particularmente para pedir por la protección de quienes se han ido hacia el norte.

… ¿Qué logramos con estos gestos de inversión de valores? ¿Cuál es el intento detrás de esta «estrategia» de pensar lo dado de manera distinta?

Rosina Cazali