MELISA CAÑAS: “conceptos cíclicos ¿Y la nada, y el silencio, qué son? (danza contemporánea)
RAMIRO MÁRQUEZ + MARCELO MÁRQUEZ: Canto y guitarra (música Argentina)
Recuerdo el comienzo de 12 de octubre, del proceso de trabajo. En lo primero que pensé fue en una casa abandonada para ir a jugar… Habitarlo consistió en eso las primeras tardes, conocer el lugar, que él nos conozca. Todas las historias anteriores que dejaban marcas de artistas, y la suciedad del deshabitar acumulada le habían sacado ya su “forma” de casa, su naturaleza estaba dada de nuevo al azar para ser transformada en cualquier lugar… cualquier juego.
Mientras tanto se sucedían otras ideas, imaginábamos la habitación blanda… será eso que pensamos? Se empezó a llenar, o más bien, nos llenó a nosotros. El tiempo allí, algunos días de soledad y meditación, en los primeros calores. Vinieron los Márquez, los temas de Cortazar. Quedó en la casa la intensidad de ese encuentro como una grieta más en la pared. Tomó olores, colores, sabores…
Me encontré con un lugar, algún rincón, algo, pero bien en mi adentro.. Eso fue en mi cuerpo, fue energía, fue matices, texturas, voces. Durante el proceso, se habló de la vida en el arte. Y nos sobran lecturas acerca del tema, y sin darnos en la búsqueda eso estaba en 12 de octubre para quién pudiera verlo. Nos metimos dentro. De la casa. De la metáfora del juego, del gozo, de la angustia. La metáfora de lo que es muerte y vida. Deja de ser para serlo de nuevo. Todas las huellas del habitar en el mundo están en los cuerpos.
Habitar. Estar. Estado. Estar de nuevo.
Proceso: estar allí, dejarse atravesar y trasmutar, todas las veces. La danza como su verdadera esencia, compartir. un momento de encuentro, festejo, cortejo, unión. Entrega. Amor. Ese estado de emociones que fue casa, vida, como aquel árbol crecido del cemento en la terraza… vuelto a vivir, a construir.
La danza en este proceso, buscaba ser cuerpo, pulsión, movimiento de carne, hueso, viseras. La improvisación se vale del instante que es, vive, y muere. Para volver a ser. Esa poesía de lo imprevisto en el cuerpo del que está habitando.
El espacio sólo se dejó tocarse.
Estarse. Amasarse. Amarse. Hacerse.
“…La nada como decantación, como forma que emerge. Surge. Se hace todo. Somos la experiencia, el todo y la nada allí al descubierto. Transforma, Muta, Muere para vivir Vacío lleno La grieta Un suceso Un diálogo…”
Sonido. Respiración. Resurgir, construcción, demolición, identidad. Huesos, carne. Palabras sueltas. Devenir.
“Por algo aquí se vino a encerrar el río” (danza contemporánea)
JAVIER PEREYRA (música)