GRACIELA DE OLIVEIRA: “31 pasos del Jo”.
(acción colectiva abierta a todo el público)
Los “31 pasos del Jo” forman parte de la enseñanza de las técnicas de defensa del Aikido, arte marcial japonés reformulado de las artes marciales tradicionales en los años 40, por Morihei Ueshiba, quien ante los horrores de la guerra decide pensar sobre cómo hacer del arte marcial un instrumento de paz y no de enfrentamiento. Sus técnicas están centradas en la práctica grupal coordinada y su concepto de defensa: tomar la fuerza del atacante como recurso, usando estrategias para poner límite al otro sin actuar de la misma manera, sino estableciendo la diferencia entre lo que daña el cuerpo (aún el de el atacante, ya que se lo cuida) y lo que es “aikido” (armonía con la naturaleza). No hay enfrentamiento de fuerzas, sino que se trata de jugar a no perder el propio eje por la fuerza agresiva para que ésta siga su propio camino sin desequilibrarnos.
¿Por qué elegí esta acción para compartir con el público? Porque transmite la idea de la legitimidad de la defensa, pero sin usar el mismo lenguaje de violencia del que nos agrede y que repudiamos desde la palabra. Como práctica grupal, me interesa su ejercicio de conexión con el otro para llegar a un acuerdo cuando todos empezamos a practicar los pasos en coordinación y nos convertimos en una energía mayor, potente y resistente que salva las diferencias entre nosotros para generar una fuerza comunitaria. También como acción para compartir es una excusa ideal para pensar en grupo, como una fuerza armónica que opta por la vía pacífica, el diálogo, trabajar el roce entre nosotros en lugar de los golpes de los que se imponen por la violencia. Un ritual de sanación que comienza su acción en el mismo practicante que lo realiza y produce una onda expansiva, una comunicación de ser a ser en el silencio. Atención equitativa en el ritmo del grupo tanto como en el propio movimiento.
Es en el contexto de esta acción que es más claro explicar uno de los enfoques del proyecto D/C, no hacemos ilustraciones o reproducciones de denuncias o protestas, tratamos trabajar arte/política/sociedad simplemente desde lo cotidiano, indagando sobre el poder sanador del arte, del “hacer” en comunicación y en el presente, pensando propuestas de mediación entre el público general, público del ambiente y temática elegida para la reflexión desde el campo del arte contemporáneo como parte de la vida.
Y también pensé en esta acción porque soy practicante de aikido y esta disciplina me aporta en muchos sentidos, es así que opto en D/C por abrirme a compartir mis intereses con el espectador, mostrarme con mi totalidad y no solo apuntar a la construcción de piezas.
Un gran artista no expresa su dominio en el espacio que llena sino en el vacío que sabe crear en el espectador.
(M. Ueshiba)